sábado, marzo 21, 2009

Balada

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En rejalgar, en arsénico de roca;
en oropimente, en salitre y cal viva;
en plomo hirviendo, para consumirlas mejor;
en hollín y pez empapados de lejía
hecha de excrementos y orines de judía;
en agua que ha lavado las piernas de leprosos;
en raspaduras de pies y calzados viejos;
en sangre de culebra y en drogas venenosas;
en hiel de lobo, de zorro y de tejón,
sean fritas estas lenguas envidiosas.

En sesos de gato que odia pescar,
negro, tan viejo que no tenga un diente en las encías;
de un viejo mastín, que vale igual de caro,
rabioso, en la baba y saliva;
en la espuma de una mula asmática
bien troceada con buenas tijeras;
en agua en la que ratas zambullen morros y hocicos,
[igual que] ranas, sapos y alimañas peligrosas,
serpientes, lagartos y otros nobles pájaros,
sean fritas esas lenguas envidiosas.

En sublimado, peligroso de tocar;
y sobre el ombligo de una culebra viva;
en sangre que se ve seca en las bacías
de los barberos, cuando llega la luna llena,
y que una parte es negra y la otra, más verde que cebollino;
en pupas y tumores y en los sucios lebrillos
donde las nodrizas aclaran sus paños;
en los enjuagues de muchachas amorosas
(quien no me entiende no ha visitado burdeles),
sean fritas esas lenguas envidiosas.

Príncipe, colocad estos sabrosos trozos,
si no tenéis estameña, saco o tamiz,
en el fondo de unas bragas sucias;
pero, antes, en excremento de cerdo,
sean fritas esas lenguas envidiosas.


François Villon
Poesía
Traducción: Carlos Alvar
Origen, 1984.

sábado, marzo 07, 2009

Fotos imaginarias con nieve de verdad (fragmentos)

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1

Que no se borre todavía
aunque las fotos se perdieron,
tu sonrisa de ayer
bajo la nieve. Y la sonrisa del perrito
en esa luz dichosa que ignoraba la noche.

Porque logramos ver mientras
mirábamos los copos
el cielo oscuro que parecía decir nombres.
La alegría incontable del fondo y de la forma
que tuvimos muy cerca porque numeraba
las chispas del color en la luz blanca y
las fotos que se resistieron
en la aparente oscuridad.

Ahora
está vacía la cámara y
del otro lado insisten
nuestras caras besadas por la eterna,
tramposa nevisca.


26

Nieve que desembolsa paisaje,
¿cómo se llama?

Eternidad que no conversa con nosotros,
¿cómo se llama?

Pasaron las estaciones y no volvió ninguna.
La nieve supo dormir y con ella soñamos.



Arturo Carrera
Fotos imaginarias con nieve de verdad
Apuntes de Lobotomía, 2008.
http://apuntesdelobotomia.blogspot.com/