jueves, febrero 14, 2008

Sobre poesía (fragmento)

Me parece que hay un esnobismo invertido –y un atisbo de lógica deficiente– en sentirnos orgullosos de que nuestros poemas no se vendan. Por supuesto, casi todo poeta desea que sus poemas sean leídos por la mayor cantidad posible de gente. Los artesanos no esconden sus productos en el ático. Además, el desprecio por el público, compuesto por lectores potenciales, es el desprecio por la profunda utilidad del propio oficio. Si sigues pensando que no necesitas ser leído, llegará el día en que será verdad: nadie sentirá la necesidad de leerte, porque está escrito sólo para ti; y el público no sentirá el menor impulso de colarse en una fiesta tan privada. Además, no prestar atención al trabajo de tus contemporáneos es desdeñar una parte vital del mundo en el que vives y, necesariamente, quitarle vida a tu propio trabajo: reducir su espectro y su posibilidades: escribir medio muerto…

Dylan Thomas
Traducción: Anna Cristina Casas Ugalde
El poeta y su trabajo, no. 27, invierno 2008.
Extracto de una discusión sobre poesía con James Stephens, transmitida por la BBC.